¿Puede el diseño salvarte la vida?
Un buen diseño puede ser decisivo.
En un mundo hipersaturado de impactos donde tan sólo procesamos un pequeño porcentaje de los mensajes que recibimos, un buen diseño puede marcar la diferencia. Hace unos días veíamos como las infografías interactivas de un artículo, explicando cómo se contagia la COVID en distintos espacios y situaciones, se volvían virales. Y cada vez son más los medios que apuestan por las infografías para captar la atención de su audiencia y hacer trascender su contenido.
La realidad es que somos más permeables a lo que vemos que a lo que leemos; lo visual conecta con nuestro plano emocional y se fija mejor. Aprovechar al máximo las herramientas que nos da el diseño es clave para afrontar el reto de exponer realidades complejas y aportar credibilidad. Un aspecto vital cuando tratamos temas tan cruciales como la salud, la seguridad o la educación.