¿Cómo debería ser la marca de la Fundación de un museo de arte contemporáneo?
Enseguida vimos claro que la Fundación necesitaba crear una comunidad fuerte de personas que apoyara el arte y lo acercase a la sociedad para, de esta forma, acercar también a la gente al Museo. En este sentido, Museo y Fundación debían ser dos caras de la misma moneda, debían de estar muy relacionadas, pero también había que potenciar sus diferencias. Frente al tono más institucional del Museo, la Fundación debía tener una vocación social, de colectivo, debía crear impacto. Todo ello desde un planteamiento masivo, pero cercano y empático; en el que todo el mundo tenía que verse representado. En definitiva, acercar el museo a la gente.