¿Por qué una palabra hablada vale más que mil palabras?

 

La voz acerca y transmite verdad.

La encontramos en el sector del entretenimiento con los podcast, en las redes sociales con las notas y los tuits de audio, y en la experiencia de usuario con los asistentes de voz como Siri o Alexa. Vivimos una época dulce para el formato sonoro que, lejos de tocar techo, continúa creciendo.

Pero, ¿qué relación tiene esto con las marcas? Todo indica que mucho. La compra a través de dispositivos y asistentes de voz es una de las claves a futuro del comercio electrónico. Mientras tanto, surgen servicios como el Brand Voice de Amazon Polly que ofrece a las empresas crear una voz personalizada y única con la que interactuar con sus usuarios. Porque de la misma forma que diseñamos su identidad visual, quizás es hora de plantearnos cómo es la voz de nuestra marca: si es grave o aguda, si es joven o adulta, si tiene acento, si habla rápido o si transmite calma.

En un contexto en el que la cercanía y la autenticidad son valores al alza, la voz es un recurso a explotar, y la UX de audio un campo a explorar para las marcas más experienciales.

Domino’s Pizza cuenta con Dom, su propio asistente de voz que personaliza la experiencia online del cliente, recordando sus preferencias y proponiéndole ideas para completar su pedido.

Mercedes Benz ha empezado a implementar asistentes de voz inteligentes en sus vehículos, con los que controlar aspectos como la temperatura interna del coche o informarte sobre el mercado de valores.

Clubhouse es la red social que apuesta por un formato de conversación efímera y en streaming, en la que los usuarios pueden charlar y debatir con los mejores profesionales de cada campo.