¿Por qué las marcas nativas digitales están apostando por lo físico?

 

Las marcas han entendido el valor del contacto físico para conectar y fidelizar a su público.

Tocar el tejido de una prenda, usar un smartphone antes de comprarlo o, simplemente, quedar con alguien para ir de tiendas. Aunque la pandemia ha puesto patas arriba nuestras prioridades de consumo y ha acelerado la digitalización de muchos sectores, también ha revalorizado el contacto y las experiencias reales.

Las marcas se han dado cuenta del potencial del establecimiento físico para activar la promesa de marca y generar un vínculo más profundo con el cliente. De ahí que cada vez sean más las marcas nativas digitales que deciden hacer un movimiento en pro de lo presencial.

Lo vimos en marzo con la llegada de Amazon Go a Londres y lo vemos ahora con la de Google a Nueva York. Pero no sólo las grandes están haciendo este viaje. Startups como Hawkers o Pompeii hace días que decidieron apostar por tener un contacto más directo con su público.

El quid de la cuestión es que estas grandes marcas tienen en mente algo mucho más ambicioso que un punto de venta. Estos espacios planean llevar la innovación tecnológica un paso más allá, acoger workshops y presentaciones de producto, inspirar a los usuarios dejando que experimenten con la marca… En definitiva, crear una comunidad con la que fortalecer los lazos, compartir valores y tener vivencias memorables en torno a su marca.

Sólo hay que entrar en una oficina bancaria cualquiera para darse cuenta de que ahora la experiencia está en el centro del negocio. Y ya no basta con un intercambio sencillo, rápido e intuitivo; eso se da por hecho. Ahora las marcas deben ir más allá para diferenciarse.

Según un estudio de Accenture, casi la mitad de la Generación Y y Z prefieren marcas que los hagan ser parte de algo más grande y que les ayuden a comprometerse con las causas en las que creen.

En cualquier caso, no podemos olvidar que el punto de venta, por experiencial que sea, es sólo un punto de contacto más y que debemos trabajar la marca de forma integral, siendo consistentes y coherentes con nuestra promesa de marca en cada momento que compartamos con el consumidor.

Tras varias pop-up stores, Google se lanza con su propia flagship store. Un punto de encuentro con la marca para conectar más profundamente con el consumidor.

Amazon apuesta por los supermercados físicos en los que no hay que pasar por caja para pagar. Su tecnología ‘Just Walk’ detecta automáticamente los productos y factura al usuario a la salida.

AliExpress abrió en 2019 su primera tienda física. Un punto de venta con 740 m² y más de 1.000 productos que buscaba ampliar la experiencia de sus clientes con la marca.