¿Estamos frente a una homogeneización de las marcas?
Marcas con logotipos más uniformes pero con nuevas maneras de destacar.
Hace poco hablábamos de cómo afectaban las tendencias al branding. Hoy queremos abordar el tema de las tendencias desde un fenómeno que llevamos observando los últimos años en el mundo del diseño de marca: la homogeneización de los logotipos en algunos sectores como el de la moda o las apps tecnológicas.
Desde Burberry a Balenciaga, pasando por Yves Saint Laurent, las firmas de moda se han ido alejando de serifas, cuerpos light e itálicas, hasta adoptar un estilo sans-serif en caja alta que de alguna manera uniformiza la industria de la alta costura.
Lo mismo sucede al adentrarnos en el ecosistema de start-ups. Si bien este mundo tiene unas necesidades concretas en términos de usabilidad que hacen de unas soluciones gráficas más idóneas que otras, creemos que hay margen de sobra para dar con una marca personal y distintiva. Basta con mirar el rebranding de Mailchimp para entender que hay vida más allá de los logotipos con tipografía de palo seco.
Y no sólo sucede con grandes marcas, cada vez más existe la sensación de que hay menos variedad en los logotipos. Antes, los diseñadores vivían más aislados del trabajo de los demás, lo que se traducía en más libertad y en propuestas más valientes. Conocer las tendencias nos condiciona, nos hace caer en lo popular, en lo mayoritariamente aceptado. Un fenómeno, el de la homogeneización, que surge en un mundo globalizado e hiperconectado, pero que quizás tenga también que ver con la corriente del ‘branding líquido’ que aboga por otras maneras de generar reconocimiento e influencia de marca.
Porque una cosa es cierta: la percepción de una marca va más allá del logotipo. Podemos ser igual o más diferenciales a través de la narrativa de marca, la dirección de arte, el tratamiento visual y tipográfico, etc.
En todo caso, es vital entender que si no hacemos este esfuerzo y nos dejamos llevar por las tendencias que nos rodean y lo que hace el resto, nos abocaremos a la creación de marcas perecederas y sin significado.